Cenizacromada es un proyecto gestado por el músico callejero Alejandro Eliades, su nombre está inspirado en las mariposas negras llamadas Ascalapha Odorata, un tipo de mariposa extendida por centro y sur América y que para muchas culturas representa un mal presagio (incluso el fatal aviso de la muerte de alguien cercano). Sus alas dejan una mancha cenicienta metálica que el autor interpretó como una especie de ceniza cromada. El proyecto partió del Folk oscuro inspirado en bandas como Current 93 y Dead Can Dance pero utilizando sonoridades y temáticas propias de Colombia y Latinoamérica incorporando instrumentos autóctonos como el tiple, la zampoña, la tambora; ritmos como la guabina colombiana, el pasillo, el bambuco y la galopa. Con el tiempo se empezaron a añadir otro tipo de influencias que surgieron del Post punk, Dark wave, música experimental electrónica surgida a finales de los 70s e incluso Techno y Dub. Eso ha generado una segunda faceta del proyecto más abstracta pero bastante orgánica partiendo del uso de sintetizadores, samplers y máquinas, buscando explorar esos laberintos mentales, buscando crear esa banda sonora onírica que hay dentro de cada uno.
Aunque Alejandro Eliades es el creador y compositor del proyecto, nada de esto hubiese sido posible sin la colaboración invaluable de artistas como Bernardo Jiménez quien ha producido parte del material de Cenizacromada y hecho parte en vivo como tecladista. Bernardo Jiménez es uno de los pioneros del sonido gótico en Colombia con su proyecto The Question (eLaMoRTe) desde 1997, de hecho Alejandro ha hecho parte de este proyecto en vivo.
Invaluable también el apoyo de el artista veterano audiovisual Efrén Aguilera alma del proyecto Experimental Morbo Gáliko y Lagarta Sinistra. También las colaboraciones de Diego Centurión de Argentina y su proyecto Luncil, haciendo una colección de bellos remixes para la canción La Ausencia. Mención aparte el Dj Ronnall Castro en algunos otros mixes y el músico Ricardo Reinoso en la grabación mezcla y edición de otra gran parte de los temas.

Laberinto (vengo pidiendo…) es un tema que parte de un loop que se forma accidentálmente de una grabación de niños jugando, Alejandro Eliades define el tema sobre cómo la música se convierte en la mejor manera de rescatarse de sí mismo, perdiéndose en ese laberinto interno. A la composición se añaden samplers con la voz retorcida de Bernardo Jiménez, tomadas de un podcast musical llamado la caja negra, haciendo disertaciones sobre la función a veces engañosa de la mente. Uno de los logros según el autor es el uso de grabaciones de comunidades afrocolombianas, algo con lo que siempre quiso trabajar. Las grabaciones son tomadas de un mini documental sobre los Alabaos, que son los rituales fúnebres que hacen estas comunidades en el pacífico Colombiano. A la composición se añaden teclados que se desgajan de una manera más expontanea añadiendo atmósferas y elementos propios del Dub como ecos y reverberaciones en las percusiones.

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